Al escribir sobre este tema podría fácilmente reducirlo a tres palabras: Nunca ha existido. Al menos en la práctica, puede afirmarse que en papeles, conversaciones y autoengaños existen un montón. Papeles que mostraban una República Dominicana fuerte, saludable e interesada en el bienestar y el desarrollo de todos y cada uno de los ciudadanos que la componen, existió solamente en aquellos documentos rubricados por los trinitarios en 1838. En papeles sí, al menos esa vez, República Dominicana fue perfecta.
Conversaciones. En cualquier esquina de la calle El Conde, en exposiciones de arte o en un colmadón, donde quiera encuentra usted patriotas locuaces esgrimiendo la espada que constituye el verbo a favor de trabajar por y para la patria, porque eso forma parte intrínseca del legado del patricio Juan Pablo Duarte y debemos preservarla. Excelente retórica. Tan excelente que se ha convertido en una obra de arte, digna de admiración pero sin ninguna acción.
Autoengaños.En toda actividad humana encontraremos personas entregadas a las causas en las que han creído. Son esos individuos que creen firmemente que las cosas pueden estar mejor, ellos son los que sostienen a los partidos. Ellos siempre han existido.
Cientos de miles de dominicanos, desde la fundación de nuestra nación, han creído en realidades que nunca se concretizaron pues nunca se intentó siquiera formar el camino hacia nuestra superación y por consiguiente la mejoría de nuestras vidas.
Ese mismo esquema político obsoleto y fallido es exactamente el mismo que conforman el partido reformista, el PRD y el PLD. Ese esquema político no sirve y por lo tanto conviene desmantelarlo.
Es hora de pensar seriamente en tener una mejor nación. Guillermo Moreno, para el 2012, es nuestra mejor opción.
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