Algunos dominicanos pretenden sentirse heridos en lo más íntimo de sus almas cuando uno de sus compatriotas emite cualquier comentario desfavorable acerca de nuestra nación. Eso pudiera ser entendible hasta cierto grado pero no del todo ni en todas las circunstancias. Denunciar abiertamente la corrupción existente en nuestra tierra no es hacerle daño a la patria es más bien intentar hallar la cura de algunos de nuestros males. Eso es así.
No se quede callado ante lo mal hecho, ejerza sus derechos: Llame a los programas radiales y televisivos, escriba en las redes cibernéticas, coloque carteles en su auto, hágalo de cualquier manera pero denunciemos todo lo que está mal. Es nuestro derecho y nuestro deber.
No hay comentarios:
Publicar un comentario