Los populares jugos de china que sacian la sed, las empanadas que calman el hambre, el agua de coco que hidrata, frutas, frituras y todo tipo de productos ofertados al aire libre es un motor de transmisión de la enfermedad.
El cólera ya ha cobrado la vida de más de 250 personas en Haití. No obstante, la población muestra desconocimiento de la enfermedad.
Comercio
En el llamado pequeño Haití, una de las zonas comerciales de Santo Domingo donde hay mayor concentración de haitianos, el pavimento es el sostén de los vegetales, rubros y frutas.
En el llamado pequeño Haití, una de las zonas comerciales de Santo Domingo donde hay mayor concentración de haitianos, el pavimento es el sostén de los vegetales, rubros y frutas.
Pese a este ambiente, el conglomerado de haitianos comerciantes que se lanza diariamente a las aceras desafiando el hedor y desechos putrefactos característicos de la zona, no ha percibido disminución en sus ventas por el brote de cólera que azota a Haití. El comercio continúa normal y con las expectativas de que se incrementen las ventas en el mes de diciembre.
La falta de higiene es ostensible en la zona, más aún en el tratamiento de los alimentos. En ese lugar, próximo a la calle Del Monte y Tejada se apreciaban cuatro calderos en sus respectivos fogones y en una “batea” usada regularmente para lavar, se encontraba el pollo precocido que degustarían sus clientes.
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