Dentro de dos días se cumplirán dos años del trágico terremoto que destruyó a la nación haitiana y todavía, en el día de hoy, quedan escombros en Puerto Príncipe y otras ciudades de la nación haitiana. ¡Qué barbaridad!
Eso quiere decir que todavía quedan cadáveres bajo montañas de cemento y varilla. Será mejor que lo crean porque es así. 600 mil personas viven en carpas y varias de las instituciones gubernamentales de Haití todavía no han sido reconstruidas o reubicadas. Se nota lo poco que importan los haitianos a los gringos, canadienses, franceses y demás potencias mundiales.
Bill Clinton gobernó a la nación más poderosa del mundo por espacio de ocho años pero no ha podido poner orden en Haití… un pedacito de tierra. Para colmo, su mujer, Hillary se pasa como las viejitas chismosas queriendo endilgar a los dominicanos la responsabilidad de cargar con Haití. ¡Así sí es bueno!
Obama no seas tan malo muchacho, los haitianos también son descendientes directos de tus ancestros africanos, aunque sea manda a limpiar esos escombros y a organizar ese pueblo. No seas indolente. Dale un chance a esa pobre gente.
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