Me parece bien que Danilo Medina haya entendido que la sociedad dominicana actual no está dispuesta a quedarse de brazos cruzados ante las acostumbradas negociaciones extrañas que los políticos en el gobierno pretenden realizar con nuestro patrimonio. Nuestras playas, nuestros parques y áreas protegidas, nuestros ríos y montañas… todo nuestro patrimonio tendrá siempre y de manera permanente la defensa de nosotros el pueblo dominicano. ¡Qué bueno que en eso estamos claros!
Y siguiendo con el caso de la bahía de las Águilas, aún queda un asuntito pendiente. Sí, ese mismo, el de la venta que le hicieron al inversionista italiano Aldo Meroni. Esa venta de 200 kilómetros de playa a 235 pesos dominicanos por metro cuadrado hay que anularla. Como todavía no se ha construido en esos lugares, nada hay que lamentar. Simplemente le devuelven los centavitos a Aldo, o mejor aún, que ese dinerito se quede en fondo y se negocie con él los otros terrenos que están fuera del parque Jaragua y que siguen estando en la playa pero fuera de las áreas protegidas. ¡Ah! Una cosa muy importante, cuando hagamos las otras negociaciones vamos a vender la tierra al precio real, nada de seis dólares el metro ni ninguna vagabundería parecida. Que aquí mismo en Santo Domingo, en la capital dominicana, hay mucha tierra que se vende cerca de los dos mil pesos el metro, y están lejísimo de la playa. Vamos a valorar nuestra tierra en su justo precio. Desarrollemos el sur pero no regalando nuestra nación.
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