Esther Jiménez supo que algo andaba mal cuando desde el departamento donde se hospedaba en Acapulco, Guerrero, vio pasar a un automóvil arrastrado por el agua.
"No dejaba de llover, no teníamos electricidad, ni teléfono, el internet estaba inservible", cuenta a BBC Mundo.
"Era muy desesperante porque no sabíamos lo que estaba pasando, pero cuando regresó la energía fue peor porque supimos que todo estaba cerrado y no podíamos salir de Acapulco".
...
El segundo balneario más importante de México quedó bajo el agua, totalmente incomunicado. Unos 40.000 turistas permanecieron varados y la mitad de los barrios sufrieron inundaciones de acuerdo con el alcalde Luis Walton.
Más en BBC Mundo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario