Jochy Gómez, hijo del periodista Guillermo Gómez, recibió una decisión favorable en torno al caso en el que se le imputaba la usurpación de identidad y la intervención de cuentas electrónicas de una veintena de personas. La jueza declaró extinguida la acción penal en su contra.
Lo felicito, me alegro por él. La justicia habló y le ha concedido la razón. Imagino que él y su familia están satisfechos con la decisión.
Todas las partes querellantes desistieron. Sólo un querellante, el Partido de la Liberación Dominicana, mantuvo abierta su querella, pero la jueza, Kenya Romero, los declaró carentes de calidad, porque la cuenta del partido nunca fue intervenida".
¿Qué viene ahora? Creo que nada. Así mismo, nada. Existen dos posibilidades: o los querellantes no podían probar dichas intervenciones o hicieron un acuerdo extra judicial para resolverlo todo fuera de los tribunales. La segunda es difícil de creer, porque no es verdad que los 23 querellantes van a sufrir el síndrome del arrepentimiento, todos, en conjunto. Y la mayoría de los nombres que sonaron cuando se hizo todo el bulto del apresamiento de Jochy, son de personas que tienen dinero de vicio. No creo que sea fácil negociar la compra de sus respectivos desistimientos. Todo es posible, aunque no sea fácil. Quizás los abogados de Jochy tenían en sus manos elementos más que persuasivos. Uno nunca sabe.
Ahora bien, si ellos levantaron una acusación, formularon una querella formal en contra de J.G. sin tener evidencias, lo que uno esperaría es que Jochy los demande a todos por difamación e injuria, por daños y perjuicios, por todo lo que se le pueda ocurrir a Carlos Balcácer, abogado de Jochy en este asunto. Pero me parece que eso no sucederá.
Ni soy brujo ni adivino. Simplemente se me ocurre pensar que la gente involucrada en este caso ha preferido dejar eso de ese tamaño. ¿Nosotros? Es posible que nosotros, el público externo al caso, nunca sepamos la verdad de lo acontecido. Así de sencillo
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