Trujillo, la mina de oro inagotable.

Parece mentira que la mina de oro más fecunda que tienen algunos dominicanos es la figura de Trujillo. Sólo hay que ver lo explotado que está este recurso que con tan sólo escribir la palabra "Trujillo", todos los dominicanos sabemos o suponemos que se está refiriendo al Jefe de la nación dominicana durante 31 años del siglo pasado. Hay gente que se ha bañado en dinero con la figura del Jefe, programas de televisión que aumentan su rating solamente con decir que hablarán del Jefe, escritores, cineastas, locutores, políticos, militares, en fin, muchos dominicanos y hasta extranjeros, Vargas Llosa, por ejemplo, han sacado una gran porción del oro que se extrae de la mina Trujillo. Lo lindo es que disfrazan de patriotismo su morbo y sus negocios.

Lo que ninguno hace es una investigación seria y profunda que declare al pueblo dominicano cuales son las familias adineradas que deben su fortuna al hecho de que eran testaferros del Jefe o que se adueñaron de propiedades que controlaba Trujillo y nadie les ha reclamado un solo centavo. Hoy viven como reyes a costa del patrimonio quisqueyano, pero ayer fueron los más leales trujillistas y hoy son honorables miembros de nuestra sociedad, que ostentan fortunas que nadie les reclama. Ojalá que Huchi Lora, que ya ha sacado buena tajada de la mina Trujillo, y que ya hizo una película de la era del Jefe, también se dedique a escarbar quienes se quedaron con nuestro dinero cuando mataron a Trujillo. Eso sí sería bueno.