Creo que a nadie causa sorpresa el hecho de que los legisladores hayan elegido como Defensor del pueblo a otra persona, que no es la que el pueblo quería, diferente al doctor Cruz Jiminián, que sí gozaba del favor del pueblo. Eligieron a Soyla Martínez, exfiscal del Distrito, exdirigente del partido reformista, participante en asuntos de la comunidad relacionados con los niños y la iglesia católica. Ni siquiera vale la pena reflexionar ni analizar esa decisión, total, esos son los mismos legisladores que admiten no haber leído el contrato de la Barrick, salvo algunas excepciones, son los mismos que viven aprobando préstamos tras préstamos, los mismos que se pasan el tiempo haciendo burradas en el congreso. A nadie sorprenden con sus decisiones dictatoriales que obedecen a las líneas del partido morado, al cual pertenecen la mayoría de ellos. Esa gente no sabe ni siquiera lo que significa ser un senador ¿Para qué perder el tiempo analizando sus acciones? Son politicuchos de poca monta, la inmensa mayoría de ellos, así que no hay que rebajarse a sus niveles. Si nuestra gente no se prepara tendrá que seguir soportando semejantes desobediencias de sus empleados malcriados. Solamente la educación salvará al pueblo dominicano.
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