El sistema tribal dominicano.

El sistema tribal de vida en que insisten los poderosos de nuestra nación en mantener sumido al pueblo dominicano, carece de todo lo que encaja dentro de una sociedad plural y democrática. En República Dominicana se prohíbe pensar. Específicamente se prohíbe pensar a todo aquel que no pertenezca al grupito de poderosos que controla estos 48 mil metros cuadrados.

Ocurren hechos inverosímiles que parecen pasar inadvertidos ante los ojos de diez millones de dominicanos. No es suficiente el soportar a los viejos ricos, algunos de los cuales deben sus fortunas a haberse quedado con el patrimonio dominicano que Trujillo guardaba para sí, que reciben un trato preferencial de la justicia que les permite negociar sus poquísimas sentencias condenatorias en su contra(los 45 mil millones que deben pagar los condenados del caso Banínter), sin contar que reciben indultos que les exime el cumplir estas condenas, como le ocurrió a Vivian Lubrano.

Ahora también debemos soportar a los políticos corruptos que se han hecho poderosos en base a nuestro dinero. Funcionarios gubernamentales que hace una década no poseían ni siquiera una cuenta bancaria o un auto decente en el cual trasladarse, hoy en día presentan sus declaraciones juradas de bienes con decenas de millones de pesos, algunos llegan hasta el centenar de millones… Y nadie dice absolutamente nada. Esto a pesar de que el solo hecho de poseer una fortuna de tal magnitud, habiéndose desempeñado como empleado público con un salario que ni guardándolo por entero sería equivalente al monto contenido en la declaración jurada, eso sólo es suficiente para que el Ministerio Público investigue a dicho personaje, le exija que demuestre el origen de esa fortuna, y en caso contrario, someterlo a la justicia por lavado de activos.

 Estoy soñando ¿Verdad?. Quiero dejar de soñar y ver que un día nuestro Ministerio Público sea independiente. Que el Procurador de la República no dependa directamente del presidente de la nación ni deba obediencia a partido político alguno. Eso solamente lo lograremos cuando todos seamos educados y sepamos elegir lo que nos conviene y exigir respeto a nuestras leyes y a nuestro patrimonio.