Libros escolares caros.

Cada inicio de año escolar es la misma pesadilla. Los libros demasiado caros y los padres de estudiantes pegando el grito al cielo, siempre igual. Este año el precio de los libros de educación primaria e intermedia ronda los 700, 800 y a veces 900 pesos dominicanos. Esto quiere decir que una familia con dos niños en la escuela deberá gastar una fortuna, más de 15 mil pesos para comprar los libros de nueve o diez asignaturas para cada niño. ¡Esos son juegos pesados!

Lo peor es que los padres sólo se acuerdan del evento cuando las clases están a punto de iniciar y ellos tienen que comprar los libros para el nuevo año escolar. Algunos han optado por comprar libros usados en la avenida Duarte. Para muchos es la única opción.

Hay incluso algunas familias que sencillamente no pueden comprar los libros de sus hijos y eso si que es terrible. Los libros son una herramienta demasiado útil para los estudiantes, está bien que un día se reúnan con los amiguitos a estudiar pero nadie aguanta esa faena diariamente. Hay que encontrar alternativas reales.

De todos es sabido que los editores, distribuidores, librerías y demás actores que intervienen en la venta de libros, tienen su mejor época en esta temporada, que el resto del año es muy escasa la venta de libros escolares, pero lo que no es negociable es que se prive a nuestros niños y jóvenes del privilegio de poseer sus libros de texto como cualquier otro estudiante del mundo.Habrá que eliminar los impuestos a esa clase de libros, crear fundaciones que apadrinen liceos, escuelas públicas y hasta colegios de sectores de escasos recursos, hacer un acuerdo con las empresas privadas para que compren los libros de los hijos de sus empleados y que el gobierno le reduzca un porcentaje de los impuestos por este motivo, crear un programa especial que involucre a todas las asociaciones de padres de colegios y escuelas públicas para que los padres de niños que pasan a un nivel más elevado puedan poner a disposición de otros, a bajo precio, los libros que sus hijos ya no necesitarán. Es cuestión de organizarnos.

Es una necesidad urgente que hagamos algo al respecto. No esperemos cada agosto para lamentarnos, busquemos una solución para siempre. Juntos podemos.