Las declaraciones emitidas por el rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), en torno a la posible conversión del recién inaugurado edificio de parqueos a aulas en las cuales impartir docencia vuelven a poner sobre el tapete el desorden administrativo del Estado dominicano en cuanto a educación superior se refiere.
Ya uno ni se sorprende de escuchar noticias como esas. Dice el rector, Mateo Aquino Febrillé, que las facultades de ingeniería y de jurídica están en un estado muy deplorable y va a ser necesario cerrarlas para repararlas. ¿cómo es eso? Hace apenas un par de mese que se inauguró un parqueo que nos costó 1,200 millones de pesos y ahora resulta que las aulas no sirven para dar clases. ¡Inaudito!
Pero si el gobierno ya nos tiene cansados con su ineficiencia administrativa,
Señor rector, lo primero que un verdadero gerente hace cuando ocupa un nuevo puesto es hacer un inventario general de lo que está recibiendo. En su caso particular, usted está al frente de la universidad del pueblo, la que nos pertenece a todos. Tómese un mes completo para hacer un inventario y díganos, a todos los dominicanos, cual es la condición actual y real de
Son cuatro pasos los que usted, en su papel de rector, debe tomar; Inventario, declaración púclica del mismo, posibles soluciones a las faltas y deficiencias encontradas y acciones contundentes para solucionar dichas deficiencias. Las tres primeras le corresponden a usted, la cuarta nos corresponde a todos, el Estado gobierno, el Estado nación, o sea la ciudadanía en sentido general y a la rectoriía de la universidad. Así que póngase a trabajar.
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