Los empresarios dominicanos se han caracterizado, en los últimos tiempos, por buscar la comodidad por encima del desarrollo y la productividad. Quieren negociar con Haití porque les sale más barato, porque el negocio se hace sin aviones ni barcos de por medio, por rápido y cómodo. Pero no toman en cuenta que esa gente siempre está buscando hacernos líos. Eso no es de ahora. Los haitianos buscan cualquier descuido dominicano para presionar y distraer al gobierno de nuestra tierra con el asunto de la inmigración ilegal y permanente de haitianos a nuestro suelo. Privando de pendejos.
Los haitianos necesitan más de nuestra mercancía que nosotros de su dinero. Los empresarios del comercio de nuestra nación lo que tiene es que explorar nuevos horizontes, que el mundo es grande y mucha gente necesita lo que nosotros producimos. Haití lo que tiene es que agradecer que nosotros somos un pueblo progresista y trabajador, que por esa razón podemos venderles los productos que ellos necesitan, en cambio, los haitianos que sueñan con apropiarse de nuestra tierra, solamente están al acecho de una oportunidad para pescar en río revuelto o hasta para revoltear el río ellos mismos.
¡Comerciantes dominicanos… abran bien sus ojos! Cualquier día se van a llevar la sorpresa de sus vidas si siguen cifrando esperanzas en un mercado haitiano que ni es tan provechoso como otras naciones ni es tan estable como otros mercados. Ya les dije… Abran bien los ojos.
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