La semana pasada nos enteramos de la noticia de la visita de Danilo Medina a la República de Haití. Medina fue a poner a disposición de los haitianos nuestros viveros con el fin de que inicien un plan de reforestación en su lado de la isla mientras nosotros continuamos con el nuestro. La ironía es que al día siguiente apareció en la prensa haitiana una supuesta prohibición de importación contra los productos animales dominicanos, específicamente contra los pollos y los huevos dominicanos, supuestamente por temores a la gripe aviar, que nosotros no tenemos en esta tierra, gracias a Dios. Pero, ahí mismo, al lado de Medina, estaban los ministros haitianos de medio ambiente, de salud, industria y comercio y unos cuantos más, junto a su presidente Martellí. ¿Por qué no compartieron la supuesta información en ese momento con sus homólogos dominicanos? Les voy a decir por qué.
Lo que sucede, y que las organizaciones internacionales que nos atacan por el asunto haitiano pretenden ignorar, es que en Haití existe una inmensa cantidad de personas que sencillamente no quieren nada bueno para los dominicanos. Así mismo es, muchísimos de esos funcionarios, empresarios y hasta intelectuales haitianos no quieren saber de nosotros, todo lo que ellos quieren es apropiarse de nuestro territorio, eso y nada más.
Así como muchos dominicanos desconfiamos de las intenciones de un amplio segmento del pueblo haitiano, así mismo existen muchos haitianos que no nos quieren bien. Eso es lo que los dominicanos debemos tener siempre presente. Hay que cuidarse de esa mala gente.
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