Rosa Carolina Martínez
Las diferencias son obvias pero el problema es complejo. Para imitar a Finlandia hace falta conjugar voluntad, recursos y cientos de años de cultura y disciplina.
La vida en Finlandia por razones climáticas es dura (temperaturas gélidas la mayor parte del año) y si vemos en su historia han sido guerreros eficientes por cientos de años y estrategas diplomáticos muy eficaces en el siglo pasado, especialmente durante la segunda guerra mundial.
Los recursos Naturales de Finlandia son inmensos y su filosofía es incentivar la producción y protegerla. Así aseguran su riqueza.
En Finlandia existen leyes que se cumplen, independientemente de si resulta incómodo su cumplimiento. Mientras una ley está vigente, se cumple. Se cambia o modifica cuando resulta inadecuada por los mecanismos establecidos para esto. Pero lo lindo es que las “Leyes se Cumplen” hasta que se saquen o modifiquen y aunque no se traguen, todos la mastican y por eso se sabe a qué atenerse y hacia dónde se va.
Nosotros no tenemos los recursos naturales de Finlandia. Para imitarlos sólo nos queda la voluntad para incentivar la producción y tratar de ser un país más rico. Cambiar el aproche de jovialidad por disciplina y paciencia (nada característicos del dominicano).
Necesitamos templanza, tenacidad y sobre todo soltar ese lastre de creer que todo nos lo tiene que solucionar el gobierno o de querer trabajar para él o de hacernos de la vista gorda ante funcionarios corruptos. En este mundo nada es gratis. Todo el que hace algo lo hace porque tiene con qué, sabe cómo aprovecharlo y hace lo necesario para multiplicarlo. \
Ver de que se refiere aqui en ELCaribe
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