Promocionando la educación.

Si existiera una inversión decente en promocionar la educación nuestra historia fuera diferente. Hay que leer, incentivar a los dominicanos; jóvenes y adultos a cultivar la lectura. Enseñarle el privilegio y beneficio que representa ser culto y educado.

Que Platón no es un plato grande, ni Cicerón era un tíguere muy sincero. Hay que saber investigar acerca de las diferentes culturas antiguas y modernas; griegos, fenicios, romanos, persas, etc.

Que Calderón de la Barca no es una paila gigante, ni Nicolás Maquiavelo era un tipo disfrazado de demonio, la literatura nos ayuda a comprender nuestra propia existencia, nuestra evolución como sociedad, nuestros anhelos y necesidades… Todo está en la literatura.

Hay que invertir en promocionar la educación y la cultura. Y eso no va sólo para el gobierno, sino para todos los segmentos de nuestra sociedad; blogeros, religiosos, comerciantes, deportistas, artistas, amas de casas, choferes y transportistas, el país entero.

Invirtamos nuestro tiempo, esfuerzo, dinero y dedicación en desarrollar nuestra educación. Es lo que nos conviene a todos.