Cuando el presidente actual de los Estados Unidos, el señor Barack Obama, estaba próximo a cumplir su primer año al frente de su nación ocurrió un suceso lamentable. Un individuo, de origen nigeriano, abordó un avión de Northwest Airlines en Amsterdam, Holanda con
Si el actual presidente dominicano hubiera estado al frente de los E.U. en aquel momento, es seguro, sin lugar a dudas, que de inmediato habría buscado dentro de sus infladas conceptualizaciones metafóricas la forma de culpar al expresidente George Bush hijo de no haber tomado las medidas necesarias para que terroristas como Umar Faruk Abdul, así se llama el nigeriano, estuvieran impedidos de subir con explosivos a esa línea comercial.
Tratar de analizar el discurso presidencial que anoche pronunció el presidente dominicano, además de una verdadera pérdida de tiempo, sería tan fútil como ponerle pantalones al pato Donald… de nada serviría.
Lo lamentable es que este señor, que dirige y administra el fisco de nuestra nación, insiste en culpar al gobierno de hace siete años atrás de su inmensa incapacidad de hacer una sola cosa bien. Es una de dos; o él tiene muy tapado su cerebro o se cree que los dominicanos somos bobos. Yo creo que es un poco de las dos.
El gobierno dominicano no cuenta con otro ingreso que no sea los impuestos que nosotros pagamos y los constantes endeudamientos a los cuales somete a nuestro país. Pero el presidente no sabe de eso.
Quiere soñar con ser comparado con Balaguer pero no sabe que los ingresos económicos generados por la producción de caña de azúcar en tiempos del doctor Joaquín Balaguer triplicaba los ingresos del turismo, que la reforma agraria de aquel entonces abarató los costos de los alimentos del pueblo dominicano, que la construcción de viviendas y posterior venta a bajo precio a militares y profesores, así como a personas de escasos recursos, no sólo resolvió un grave problema social sino que generó un flujo de ingresos constante al erario público por los próximos veinte años de nuestra historia. Pero el presidente no sabe de eso.
Lo único que él sabe es escribir cuentos de terror en los cuales hay un cuco, llamado PRD, con el cual amenaza a los bobos para justificar su incapacidad para gobernar.
Señor presidente, ya deje de cantinflear y póngase a gobernar, o al menos trate de hacerlo en el último año que le queda como presidente. Es lo mejor que puede hacer.
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