Lo que debemos cambiar.

Es difícil, muy difícil, que los cables de wikileaks traigan como consecuencia directa algún sometimiento a la justicia aún si las condiciones para que esto ocurra estén dadas. El mismo Jorge Subero, presidente de la SCJ lo confesó al exembajador norteamericano Hans Hertell. No es un secreto, los poderosos y adinerados están por encima del bien y del mal en República Dominicana. Eso es lo que tenemos que cambiar.

Si todas las revelaciones de wikileak hubieran sucedido en los Estados Unidos hace rato que el panorama político de esa nación hubiera cambiado.

Si hubieran pasado en Japón quizás hasta habríamos sido testigos de uno que otro suicidio, or aquello del honor de los japoneses.

Digo, no estoy de acuerdo con que alguien atente sobre su vida o la de alguna otra persona, pero la tradición nipona es de ese modo.

En cambio aquí, en Dominicana, a los protagonistas de los cables wijilikeanos les basta con negar ante las cámaras de televisión todo lo que de ellos se diga y colorín colorado el cuento ha terminado.

Esas son las cosas que deben cambiar si queremos avanzar.