Este mundo es chiquitito. Recientemente Pedro Martínez narró anécdotas sobre su vida infantil, lo hizo en el programa radial de Zoila Luna, y contó lo amable y gentil que Cuquín Victoria había sido con él y otros niños de su sector cuando Pedro era un niño.
Cuquín, comediante dominicano muy querido y admirado en su tierra, residía en Alameda y Pedro en San Miguel de manoguayabo, sectores no muy distantes entre ellos.
En el Show del mediodía Pedro fue cuestionado nuevamente sobre ese hecho. Contestó que sí, todos sabían que podían ir a casa de Cuquín a llenar los galones de agua, cuando escaseaba el preciado líquido, y Cuquín siempre decía que sí. Contó que el comediante jugaba con ellos y siempre les daba buen trato.
Cuquín hizo acto de presencia en el programa, emocionado dijo que se sentía aún mejor de lo que había hecho viendo lo lejos que aquel chiquillo de Manoguayabo había llegado.
Cuquín es un triunfador. Su actitud, su humildad y su talento lo hacen merecedor de toda la admiración que nuestra gente le profesa. Debemos aprender de los buenos ejemplos.
Cuquín Victoria y Pedro Martínez, dos grandes dominicanos.
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