JUEVES SANTO.
Se celebraba el día de los panes sin levadura, las pascuas de los judíos. Era un día importante para el pueblo de Israel, era un día sagrado y por tanto el señor y sus discípulos se reunieron para celebrarlo. Jesucristo, el más humilde de los hombres que han pisado la tierra, lavó los pies de los apóstoles, enseñándoles que no había venido al mundo para ser servido sino para servir, que ellos y todo aquel que creyera en él, debía humillarse para ser enaltecido y que en cambio, los que se enaltecieran serían humillados. Les enseñó esto, pues sabía que ellos discutían entre sí sobre cual sería más importante en el reino de los cielos. En la cena el señor partió el pan y dando gracias dijo a sus apóstoles:
"Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado. Haced esto en memoria de mí". Después de cenar, tomó el vino y dando gracias de nuevo, dijo: -"Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama". Luego de la cena anunció la traición de Judas y que el mismo Pedro llegaría a negarlo tres veces antes que el gallo cantara.
Esa noche, tal y como acostumbraba, se dirigió al monte de los olivos a orar y fue allí donde fue entregado por Judas a la guardia de los fariseos. Jesús sabía lo que leesperaba; la más grande manifestación del amor de Dios por la humanidad, la muerte y resurrección del hijo de Dios.
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