Imagino yo, quizás estoy delirando, que a partir de que el nuevo presidente electo en Haití asuma el poder ya las grandes y no tan grandes potencias mundiales que han prometido ayuda a los haitianos podrán iniciar el cumplimiento de sus promesas. Digo yo.
Michel Marteli, ganó las elecciones con un 67.5% de los votos emitidos por los haitianos en la segunda vuelta electoral del país vecino.
Mirlande Manigat obtuvo solamente el 32% de dichos votos.
Según Alberto Despradel, ex embajador dominicano en Haití, Manigat representaba una aristocracia que fue rechazada de tajo por los haitianos. Y añadió que Manigat es profundamente antidominicanos. Él sabrá por que lo dice.
La verdad es que Marteli, cantante y ahora presidenteelecto, es un individuo joven y querido entre su gente. Manigat, en cambio es una señora de más de 70 años de edad. Los haitianos necesitan mucha energía y optimismo para que reconstruyan su nación.
Que se fajen, que la pongan bonita y que prosperen mucho. Quizás podemos entonces avanzar nosotros mucho más.
A trabajar en su país haitianos. Su patria los llama.
¡Podeis ir en paz!
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