Existe algo en lo que los atletas deben estar claros. Los esteroides no son una fórmula mágica que aumentará el tamaño de tus músculos, te hará más fuerte o más rápido. Todo lo contrario. Los esteroides son drogas químicas, peligrosas en extremo. Algo con lo que no se puede jugar.
Además de los múltiples efectos secundarios que su uso produce, estas drogas también afectan los órganos vitales del cuerpo. Su función es acelerar el metabolismo para que la recuperación ocurra a mayor velocidad. El 100% de los atletas que usan esteroides sufren lesiones físicas como fruto del abuso que conlleva ese peligroso invento. El aceleramiento constante termina desestabilizando los sistemas; circulatorio, digestivo, respiratorio y nervioso. Mejor dicho, lo altera todo.
Desarrollar tus músculos, incrementar tu resistencia y alcanzar una óptima definición, se consigue con entrenamiento, descanso y buena alimentación. Una dieta balanceada en la cual intervenga una amplia variedad de alimentos. Sobretodo muchos vegetales. Berro, coliflor, pepino, apio, lechuga, etc. Es infalible para activar la circulación sanguínea.
El descanso permitirá que tus músculos recuperen la energía invertida en los entrenamientos. Cada vez que realizamos un entrenamiento excesivamente fuerte, desgarramos pequeños músculos, para retornarlos a su normalidad es indispensable el descanso. Un atleta que entrena fuerte tiene que descansar. Los verdaderos deportistas renuncian a tener una vida social, dentro de los parámetros comúnmente aceptados, para dedicarse a perfeccionar su deporte.
Impotencia sexual, lesiones cardiacas, desgaste de los huesos, deformaciones del rostro, irritabilidad, lesiones cutáneas, calvicie… no vale la pena. No se necesitan los esteroides para desarrollar tu máximo potencial. Solamente entrena fuerte, aliméntate bien y descansa apropiadamente.No olvides ingerir mucho líquido.
Cree en ti mismo. Es todo lo que necesitas para que Dios te lleve al triunfo. ¡Voy a ti!
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