Periódicos de varios países del mundo hacen eco de una información algo curiosa que apareció en el periódico "The Chicago Tribune". Resulta que la señora Kristine Casey de 61 años, dio a luz el pasado miércoles a un niño fruto del óvulo de su hija Sara Connell que fue fertilizado con el esperma de Bill, esposo de esta última, o sea el nuero de Kristine.
El parto fue con cesárea y todo salió normal. La mujer tuvo ciertas complicaciones renales durante el alumbramiento pero todo fue rápidamente controlado por los médicos del Northwestern Memorial Hospital, donde dio a luz.
El nombre del recién nacido es Lee Finnean Connell, QUIEN AHORA TIENE DOS MADRES,
¡Qué lío!
Llámenme anticuado, pero en ese tipo de líos nunca me metería. Yo sé que la ciencia está muy avanzada, que los vientres de alquiler están a la orden del día, y que uno ni sabe cuantos clones andan por ahí caminando sin que nadie se entere, pero ese tipo de cosas no me llaman la atención.
¡Me gusta más el método antiguo de hacer bebés!
Si los expertos en la conducta humana advierten de lo traumático que resulta para un niño el que sus padres no sepan tomar las precauciones debidas al explicarle asuntos como el divorcio… imagínense después, cuando haya que explicarle a ese niño que su abuela es su mamá, y que su otra mamá es su hermana, que el tiene dos madres pero que no fue engendrado dentro de ninguna de las dos, que sus dos tías (hermanas de Sara e hijas de Kristine) son también sus hermanas y que sus primos hermanos son sus sobrinos.
¡Dios los agarre confesados!
No hay comentarios:
Publicar un comentario